Especial mantenimiento: Admisión, escape y sistemas anticontaminación (parte 1)

Especial mantenimiento: Admisión, escape y sistemas anticontaminación (parte 1)
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Hasta que el coche eléctrico pegue un golpe encima de la mesa, nuestros coches de combustión interna necesitan respirar y expulsar sus gases quemados. Tanto el conducto por donde recibe la carga de aire fresco como el tubo por el que salen los gases calientes son parte del mantenimiento de nuestros coches, a pesar de estar bastante escondidos.

Dentro del tubo por donde salen los gases de escape adicionalmente existen ciertos sistemas anticontaminación (en los coches nuevos) que ayudan a disminuir la cantidad de gases nocivos a un mínimo establecido por normas como la Euro 5. Estos elementos, concretamente los filtros de partículas diesel, necesitan de mantenimiento por lo que requieren de nuestra atención para evitar averías.

El mantenimiento de los sistemas de admisión, escape y los sistemas de descontaminación, consta de unas sencillas operaciones que os detallaremos y alguna de las cuales se puede realizar sin necesidad de acudir al taller. Sin rodeos, que volvemos a enfundarnos los guantes tras un breve respiro en el especial de suspensiones para hurgar bajo el capó de nuestro coche. Pero no os preocupéis, que van a ser sencillitas y manchan poco las manos.

Sistema de admisión

Mantenimiento de la admisión

La admisión es parte del mantenimiento habitual del coche ya que en un motor que está funcionando una cantidad enorme de aire está pasando por el filtro de aire cada minuto. El filtro por el que pasa el aire recoge las impurezas y partículas más grandes, pero con el tiempo el filtro acaba por saturarse y deja de permitir el paso de aire a través del mismo.

También pasa por el turbo en los motores que cuentan con dicho componente, normalmente ahí no podemos o debemos tocar, pero os daremos algunos consejos (que habréis oído mil veces) para prolongar su vida y os comentaremos un poco por encima las averías más frecuentes de los mismos.

En realidad el más habitual de los componentes de la admisión que necesitan mantenimiento es este filtro, que normalmente se cambia una vez recorridos ciertos kilómetros. Debemos remitirnos al manual de usuario de nuestro coche para encontrar la cantidad exacta en la que debemos cambiar el filtro de aire.

Filtro rectangular

Filtro de aire

El filtro se suele encontrar dentro de una caja en el vano motor de nuestro coche. Suele verse fácilmente porque normalmente lleva unos clips metálicos o unas lengüetas plásticas para sujetar la tapa en posición. Eso en los coches modernos, en los coches de carburación, se encuentran en el interior de las típicas “paelleras” situadas sobre los carburadores.

Existen gran variedad de tipos de filtros, tanto secos como húmedos, y vienen en multitud de formas, aunque la gran mayoría de los filtros que equipan los coches actuales son rectangulares de filtro seco. Estos filtros pueden ser reutilizables o no. Un buen filtro puede incluso hacernos sacar más potencia de nuestro motor o cambiar el sonido del coche, pero eso lo dejaremos para la alta competición, shurmano otro momento.

Filtro motor carburado

Nos centraremos en la premisa de que únicamente queremos cambiar uno por otro por mantenimiento. El filtro es relativamente fácil de sustituir, al menos en los de tipo seco no reutilizables. Simplemente debemos encontrar la caja del filtro, abrirla soltando los clips metálicos o las lengüetas plásticas, sacamos el filtro, metemos el nuevo, volvemos a fijar la tapa y funcionando. En los redondos o cónicos después de meterlos a veces hace falta apretar una brida para que se mantengan en su sitio. Fácil, sencillo y para toda la familia.

Para los filtros de coches carburados, debemos soltar el tornillo o palomilla de la parte superior de la “paellera”, abrimos la tapa metálica y sacamos el filtro, teniendo cuidado de que no caiga ningún objeto extraño por el orificio central que va al carburador y después al motor. No hay mayor complicación.

En el caso de los reutilizables, se saca el filtro y después se sopla con aire comprimido en dirección contraria a la que fluye el aire normalmente. Estos filtros requieren echar en la superficie un poco de aceite para filtros antes de volver a introducirlos en la caja. Debemos asegurarnos que metemos el filtro en posición correcta, aunque normalmente si lo metemos mal, la caja no se cerrará, en el propio filtro suele haber una flecha indicativa.

Coche biturbo

Turbocompresor

Los turbocompresores no tienen un tipo de mantenimiento específico, pero si es conveniente para que nos dure muchos años seguir un par de recomendaciones. La primera concierne al arranque del coche. Si pegar acelerones en frío es un crimen contra el motor de nuestro coche, si además nuestro motor lleva turbo, el crimen es doble.

El aceite que pasa por el turbo para lubricar el eje está frío o incluso no ha llegado en cantidad suficiente y un acelerón puede provocar un desgaste prematuro del eje precursor de una avería bastante grave. Hay que esperar a que el motor esté caliente unos cuatro o cinco minutos para empezar a darse alegrías, si no a lo mejor se nos agarran el turbo y un pistoncete y le hacemos un siete precioso a nuestro motor.

La otra recomendación relativa a los turbos es al apagar el coche. Sobre todo si hemos estado exigiendo mucho al turbo, como aceleraciones fuertes por cuestas arriba o circulando a velocidades mantenidas elevadas, no debemos apagar el motor nada más parar en nuestro destino.

Turbina

El mismo aceite que mencionábamos antes ahora está caliente y fluyendo a buen ritmo alrededor del eje, si paramos el coche en este momento, la elevada temperatura en el interior del turbo puede churruscar el aceite y provocar obstrucciones que disminuyan o eviten la llegada de aceite al turbo. Y si no llega aceite al turbo en cantidad suficiente, avería al canto.

Para evitarla, hay que mantener el coche arrancado una vez parados durante un rato para que el aceite se enfríe y siga circulando por el turbo mientras este se enfría. Existen algunos coches que hacen esto automáticamente o que incluso llevan una bomba autónoma de aceite que mantiene el aceite circulando por el turbo durante un tiempo después de apagar el motor. Una rutina que puede hacer todo el mundo y que evitaría muchos disgustos en forma de averías.

Continuará...

Fotografías | Flickr (I, II, III, IV, V, VI)
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