Seguramente cansado ya de que la gente le pregunte lo mismo, Rossi ha puesto su granito de arena para convencer a la opinión pública de que Dani Pedrosa no será “el Rossi del futuro”, sino el Pedrosa del futuro. En una entrevista para AS, en la que el periodista no se pudo resistir a hacer comparaciones futbolísticas con respecto al bache de tres carreras sin ganar del italiano (¿alguien me explica por qué Rossi debe ganar todas las carreras o está en crisis?), Valentino comentó muchas cosas interesantes, entre otras, relacionadas con Fernando Alonso.
En este tema, yo creo que ha habido también malinterpretación de las palabras de Rossi, per creo que éste tiene razón en lo que dice que Alonso debe ser más elegante en sus entrevistas. Elegante en vez de arrogante, diría yo, pero también es cierto que es el campeón y el lider este año, asi que puede ser un poco más chulo que el resto.
Rossi también le dio lo suyo a Gibernau, recalcando que espera que no vuelva a ganar mientras estén juntos en la categoría de MotoGP. Todo esto viene de bastante atrás, cuando en 2004, en el Gran Premio de Qatar, Rossi intuyó que Gibernau estaba detrás de la denuncia impuesta por quemar goma de los neumáticos de un scooter en su puesto de parrilla, para mejorar el agarre. Esto es en resumen, la denuncia afectó a más pilotos, pero Rossi le echó el mal de ojo a Sete, que desde entonces lo ha tenido todo bastante negro. Y en cuanto a Pedrosa, espera que no le pase lo que con Biaggi o con Gibernau, y también opina que este año dará guerra en el campeonato, aunque las victorias las vaticina “para el año que viene”.
¡Ah! Se me olvidaba… Ha dicho que Alonso le decepcionó porque pensó antes de hablar (respecto al reto que planteó Rossi días atrás). Viniendo de quien viene esta frase, parece que le está queriendo decir que es un campeón demasiado cerebral, que le falta espontaneidad. Yo ahí ya no entro, parece una pelea de gallos entre ellos dos, porque para mi, los dos echan lo que hay que echar en la pista, no como otros, que se deshacen en terribles excusas.
Vía | AS
