Persisten los intentos de Nissan para que veamos al Juke como algo deportivo, aunque la realidad se aleje de la idea. Tras presentarnos el Juke-R, un ejercicio de diseño muy macarra, lanzan otro ataque con la versión Nismo del Juke 1.6 Turbo de 192 caballos.
De momento es un prototipo, pero Nismo va a tunear Jukes más adelante. El chasis va rebajado y gana en rigidez con refuerzos estructurales. Los neumáticos, de 19 pulgadas, y al ser más anchos, también ensanchan los pasos de rueda y los faldones.
La aerodinámica se vuelve más eficiente para correr más y tener mejor apoyo a alta velocidad (carga aerodinámica), hasta en los retrovisores. El motor recibe vitaminas, da más potencia, pero no nos dicen cuánta. Una estimación razonable es por encima de 200 caballos.
En el interior, las piezas brillantes pasan a ser mate, y entre los asientos el “depósito de motocicleta” pasa a tener un acabado metálico. Son específicos a su vez el volante, pedales, tablero de instrumentos enrojecido, palanca de cambios y la tapicería de las puertas.
Los asientos deportivos están tapizados con cuero, y sujetan mejor el cuerpo. Habría que ver qué tal va el Juke con tanto cambio, pero la deportividad japonesa creo que evoluciona mejor con coupés de propulsión como el dúo Toyota GT 86 / Subaru BRZ, más que con un crossover 4×4 tuneado.
De todas formas, si los japoneses tienen versiones deportivas de otros coches menos “adecuados”, como el Leaf, Prius o Insight, qué no harán con un coche como este. SI se lo proponen, hacen deportiva hasta a una furgoneta hay marcas europeas que ya lo hacen y no voy a mirar a nadie.
Se desvelará en cuestión de horas en el Salón de Tokio, allá por las antípodas (o cerca de).
