Aunque en verano hay sequía de noticias, nos podemos entretener con la prensa del corazón, es decir, con el rollo de Saab. Os resumimos rápido: la fábrica de Trollhätan está parada hasta finales de mes por falta de piezas, y los sueldos de julio no los habían podido pagar. Los sindicatos pedían que se declarasen en suspensión de pagos.
Ya os hemos contado que la empresa es viable a medio y largo plazo gracias a los acuerdos con Pang Da y Youngman, y el Banco Europeo de Inversiones facilitó en gran medida la posibilidad de financiación. Recientemente hemos sabido que 1.600 empleados administrativos, casi la mitad de la plantilla, han podido cobrar.
Los problemas cortoplacistas de Saab tienen que ver con su tesorería en metálico. Sin dinero contante y sonante (líquido) no se pueden pagar piezas a proveedores para fabricar, y tampoco sueldos a empleados. En septiembre deberían ya estar las cosas un poco más normalizadas.
Mientras tanto, en Trollhätan disfrutan de una suspensión de empleo y sueldo que durará unos 20 días. Una vez se reanude la producción, se reanudarán las entregas, y por lo tanto, la llegada de dinero fresquito para que la empresa opere con normalidad. A la quiebra no se van, pero nadie dijo que sería un camino de rosas.
Vía | El Mundo
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