Stefan Bellof, 28 años sin el hombre récord

Stefan Bellof, 28 años sin el hombre récord
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La luz que brilla con el doble de intensidad dura la mitad de tiempo. Y tú has brillado con mucha intensidad, Stefan.

Me vais a permitir encabezar el artículo con esta pequeña licencia poética, extraída de una de las muchas frases míticas que se pueden escuchar en la película Blade Runner. Y es que esta cita viene perfecta para definir cómo fue la carrera de Stefan Bellof, el alemán originario de Giessen que tras una meteórica carrera dejó la vida trágicamente en el circuito de Spa-Francorchamps el 1 de septiembre de 1985.

Stefan Bellof fue uno de esos pilotos tocados por el don del pilotaje. Fue de esas personas que eran capaces de ir rápido al instante, aunque no conociesen ni la pista, ni los neumáticos ni el coche. Simplemente se sentaba y al instante estaba rompiendo récords, daba igual quien fuese el piloto que lo ostentase. Niki Lauda no lo podría haber definido mejor:

Tenía la habilidad de subirse a un auto y en su primera vuelta lanzada mejorar el tiempo de su compañero, cualquiera que fuera.

Stefan Bellof, el comienzo de un mito

Stefan Bellaf

Stefan Bellof empezó a despuntar en 1980 cuando se proclamó campeón de la Fórmula Ford en la categoría de 1.600 cc tras vencer en ocho carreras y subir al pódium en otra de un total de doce pruebas. Esto le abrió las puertas de la Fórmula 3 Alemana donde siguió asombrando a todo el mundo.

En su primera carrera, hizo la pole con dos segundos de ventaja sobre el resto de participantes. ¿os imagináis la cara del resto de pilotos cuando un novato les hace eso a su llegada? Por desgracia, tras arrancar en cabeza se fue largo en la primera curva aunque conseguiría volver al circuito y tras realizar una magnífica remontada acabar en segunda posición.

Por un pelo no se llevó el campeonato en su primera participación ya que llegó a Nürburgring (que se convertiría en su circuito talismán), con una ventaja de siete puntos tras vencer en cuatro de las ocho carreras. Sin embargo, no se llevaría el título y acabaría tercero.

A finales de 1982 realizaría una prueba en el circuito de Paul Ricard. Eje Elgh quedó tan impresionado que casi obligó a su jefe y dueño de Maurer Motorsport, Willy Maurer, para que lo contratase para la temporada de 1983 en la Fórmula 2 Europea. Maurer no solamente lo contrató sino que se firmaría con él un contrato como mánager para los próximos ocho años.

Su debut con un equipo también rookie como él no pudo ser mejor anotándose las dos primeras carreras y quedando cuarto en el campeonato a final de año.

1983 fue un año redondo para él porque además de participar en la Fórmula 2 Europea, también consiguió asiento para el Mundial de Resistencia sobre uno de los Porsche 956 del equipo Dieter Brown con Derek Bell como compañero.

Stefan Bellf, el día que pasó a la historia

Su segunda carrera del Mundial de Resistencia eran los 1.000 kilómetros de Nürburgring Nordschleife. Allí pilotó como alma que lleva el diablo hasta que su Porsche acabó volcado en una de las cunetas. Pero antes, establecería dos tiempos que a día de hoy, treinta años después, no han sido superados.

Por un lado, la vuelta más rápida no oficial al circuito de Nürburgring Nordschleife con un registro de 6:11.13 y además, el récord absoluto sí oficial de 6:25.91 que como decíamos, todavía perdura hoy.

Fue la última carrera internacional que se disputó en el viejo trazado pero lo asombroso es que 30 años de evoluciones en los vehículos después, nadie se ha aproximado todavía a su tiempo, haciendo todavía la leyenda más impresionante.

El debut en la Fórmula 1

Stefan Bellof

A finales de 1983 Stefan Bellof sería invitado por McLaren para una jornada de pruebas junto con los mejores pilotos británicos. Allí compartiría monoplaza con otros nombres míticos como Ayrton Senna o Martin Brundle.

Como no podía ser de otra forma, Ayrton Senna se subió al monoplaza y de un plumazo mejoró los tiempos de John Watson, piloto oficial de McLaren. Eso si, el motor no resistió el ritmo del brasileño y claudicó.

El único motor disponible de recambio era un viejo VFD, mucho menos potente que el Cosworth utilizado hasta entonces. Martin Brundle, que fue el siguiente en subirse, consiguió buenos tiempos pero nada fuera de lo normal.

Llegaría el turno de Stefan Bellof que con esa patata de propulsor igualaba los tiempos de Ayrton Senna conseguidos con el Cosworth. Ayrton Senna tuvo más suerte y se fue a Toleman mientras que Stefan Bellof y Martin Brundle recaían en un teórico buen equipo, Tyrrel, pero que no estaba pasando por sus mejores momentos en 1983. La decisión también estaba condicionada porque Tyrrel le permitía seguir con su escarceo en la resistencia.

Stefan Bellof

El hándicap de Tyrrel es que para la temporada 84 sería el único que llevaría todavía los viejos motores de aspiración natural, con 150 CV menos aproximadamente. Sobre el papel, las posibilidades eran nulas.

Así se confirmó porque en las dos primeras carreras no pudo acabar aunque en las carreras de Spa e Imola, sendos sextos puestos le otorgaron sus primeros puntos. Pero entonces llegaría la mítica carrea de Mónaco. Sí, esa que todos conocemos en agua donde Ayrton Senna quería merendarse a Alain Prost y que se paró antes de tiempo. Allí Stefan Bellof hizo tercero con el carro de polos del Tyrrel, saliendo desde las últimas posiciones y consiguiendo rodar en carrera hasta medio segundo más rápido que Ayrton Senna.

Al llegar al GP de Estados Unidos, la FISA (organismo anterior a la FIA), descalificaba a Tyrrel por llevar lastres de plomo ilegales en la parte delantera de los tanques de gasolina y retiraron todos los puntos conseguidos a Stefan Bellof en aquella temporada.

A pesar de que recibiría motores Renault turbo para las últimas carreras de la temporada de 1985 donde siguió con Tyrrel, no tuvo la oportunidad de destacar. Sus mejores puestos fueron un sexto en Estoril y un cuarto en Detroit.

Aun así, 1984 le proclamaría Campeón del Mundo de Resistencia con triunfos en seis carreras, ayudo a Porsche con el título de constructores ese año y ganó el Campeonato Alemán de Automovilismo con un Porsche 956.

La trágica muerte de Stefan Bellof en Spa-Francorchamps

Era el 1 de septiembre de 1985 y se disputaban los 1000 kilómetros de Spa-Francorchamps. En la vuelta 78, Stefan Bellof intentó pasar a Jacky Ickx por el interior de Eau Rouge, un sitio como sabemos imposible. Pero para él no lo era ya que siempre adelantaba allí donde nadie se lo pensaba.

Sin embargo, esta vez la fortuna no se alió con él. La rueda delantera del coche de Stefan Bellof tocó la trasera izquierda de Jacky Ickx y los dos se fueron al exterior. Ickx, tras trompear golpeó lateralmente las protecciones. Sin embargo, Stefan Bellof se fue frontalmente contra la valla, que atravesaría y acabaría impactando contra la pared que había detrás.

El Porsche 956 del alemán se incendiaba y ni los comisarios ni Jacky Ickx pudieron hacer nada por salvarle la vida. De esta forma, la mala fortuna nos arrebataba una de las mayores promesas del momento y que para 1986 tenía ya firmado contrato con Ferrari como compañero de Michelle Alboreto.

Vía | McDrifter, Wikipedia

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