Ya puestos a pedir, pidamos más ganadores diferentes en las primeras carreras del año. Kimi Raikkonen ha demostrado una adaptación fulgurante a su regreso a la máxima categoría del automovilismo, con un comienzo naturalmente discreto pero que, carrera a carrera, ha conseguido llevarlo al podium en la cuarta prueba.
Y si nadie me lo discute de forma virulenta, solo una estrategia algo conservadora lo privó de hacerse con la victoria en el pasado Gran Premio de Bahrein, que se llevó Sebastian Vettel. Raikkonen fue el más rápido en pista durante mucho tiempo y fue capaz de recortar distancias con el alemán, pero como digo la estrategia lo llevó a distanciarse en el último stint, sin posibilidades de remontar y, según parece, con algunos problemas mecánicos.
Sea como sea, Kimi Raikkonen está en su terreno. La competición de motor parece parte del genoma de los finlandeses, pero donde realmente destaca el frío piloto de Lotus es en el asfalto y a los mandos de un monoplaza de Fórmula 1. Serio y distante de puertas afuera, comunicador y trabajador de puertas adentro, el talento de Raikkonen y un monoplaza que parece fuerte de por sí hacen que los resultados salgan a la luz, y que la ilusión por volver a verlo en lo más alto del podium permanezca “fresca”.
Vencedor en 2005 con McLaren y en 2008 con Ferrari, a Raikkonen se le puede dar bien el Circuit si dispone de un buen apoyo mecánico y una buena respuesta del equipo. Y hoy por hoy, confío en Kimi Raikkonen para volver a ganar esta temporada, y también confío en el empujón de moral de Lotus en un inicio de temporada más sólido que las anteriores, con dos pilotos con capacidad para alcanzar los puestos de honor. Veremos qué pasa este fin de semana, pero de momento quería dejar constancia de que tenemos mucha suerte de poder, siquiera, pensar en esto que estamos pensando: ¿será Kimi Raikkonen el quinto vencedor de la temporada?
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