Petter Solberg: de Mr. Hollywood a Campeón del Mundo. Parte I

Petter Solberg: de Mr. Hollywood a Campeón del Mundo. Parte I
Sin comentarios

Todos los aficionados al Mundial de Rallyes conocemos quién es Petter Solberg y muchas de las anécdotas y hazañas de las que se ha compuesto su andadura deportiva durante los últimos 15 años, que desde luego no han sido pocos. Hoy rendimos tributo a su carrera. Una carrera que precisamente comenzó como la de cualquier piloto nórdico, corriendo en los lagos del sur de Noruega al volante de un vetusto Volvo compartido con su hermano Henning.

Precisamente con un coche de la marca sueca, Petter se proclamó campeón del nacional de rallycross de su país. A partir de ese momento fue considerado como uno de los pilotos nórdicos con mayor futuro, algo que no tardaría en demostrar en el Mundial de Rallyes en el que debutó al volante de un Toyota Celica GT4 en una de sus pruebas favoritas, Suecia. En aquella ocasión no pasó del 16º puesto, pero ya dejó entrever sus manos para los rallyes.

A pesar de casi desintegrar el Celica en el Rally de Gales ese mismo año 1998, convenció a Malcolm Wilson a partir de unos videos onboard para que le diera la oportunidad en Ford. El británico aceptó, y tras someterle a algunas pruebas le ofreció su primer contrato como piloto profesional. Solberg sería el segundo piloto junto a Thomas Radstrom y Simon Jean-Joseph de una marca del ovalo que se encontraba desarrollando su nuevo Ford Focus WRC.

Petter Solberg

Bajo la protección del desaparecido Colin McRae, primer piloto de Ford por aquellas fechas, el noruego dio sus primeros pasos al volante de un World Rally Car. Seis pruebas (Suecia, Safari, Portugal, Finlandia, San Remo y Gales) que le permitieron sumar sus primeros puntos en el Mundial de Rallyes, precisamente en la más difícil y dura de todas, el Rally de Kenia, donde consiguió ser quinto.

Algo que sin duda dejo muy buen sabor de boca a Wilson que veía como sus otros dos pilotos muchos más experimentados eran superados por un joven prácticamente desconocido por aquel entonces. El aumento de su programa para la temporada 2000 no se hizo esperar y de seis pasó a diez pruebas disputadas. Sin embargo, el idilio se rompió y Petter Solberg fue seducido por los cantos de sirena provenientes de una Subaru que aquel año demostraba tener el coche más rápido.

El año se resumía en un nuevo quinto puesto en el Safari y un cuarto en el rapidísimo Rally de Nueva Zelanda, su mejor resultado hasta el momento. Su etapa en Ford/M-Sport se cerraba con un fortísimo accidente en el Rally de Finlandia, dónde tras entrar en una curva de izquierdas demasiado fuerte el Focus WRC salía volando talando varios pinos y deteniéndose tras dar varias vueltas de campana.

Petter Solberg

Jari-Matti Latvala, por aquellas un “pipiolo”, recuerda haber visto en aquella edición junto a su padre a Solberg volando por los tramos de aquel Rally de Finlandia, completamente desatado. Jari Latvala en aquel momento le dijo a su hijo que Petter iba demasiado despendolado y que no terminaría el rally. Dicho y hecho, la carrera con la firma estadounidense tocaba a su fin en el mismo momento que tanto él como su copiloto Phil Mills rodaban hacia la cuneta.

Sin embargo, sus actuaciones no habían pasado desapercibidas por el resto de los equipos y Subaru no dejó pasar la oportunidad y antes de que terminara el año ya tenían a Solberg conduciendo uno de los coches de las estrellas en los rallyes de Córcega, San Remo, Australia y Gales. Malcolm estaba en esos momentos que echaba chispas al ver que le habían robado a un piloto por el que se la había jugado contratándolo.

A partir de ese momento nacía una comunión que perduraría 8 años. Fueras dónde fueras, el nombre de Petter Solberg era relacionado directamente con Subaru y viceversa. En Japón se convirtió prácticamente en un ídolo, desatando aún más el fanatismo de los ya de por sí exagerados aficionados nipones. También en América se asentó una gran colonia aficionada al excéntrico piloto nórdico, que incluso fue apodado por Mr. Hollywood, debido en gran parte a su a veces excesivo espectáculo fuera de las pistas.

Petter Solberg

La pareja Burns-Solberg pronto se rompió y en sustitución del británico, recientemente proclamado Campeón del Mundo y que se mudaba a Peugeot, llegó otro grande, Tommi Mäkinen. Precisamente a este granjero finlandés le debe gran parte de su éxito Petter. En dos años el cuatro veces ganador del WRC volvió a poner a punto a un Subaru Impreza que además de ser rápido en todas las superficies, era prácticamente indestructible.

En 2002, todavía como segundo piloto del equipo de David Richards, Solberg conseguía su primera victoria, en lo que fue un impresionante mano a mano con otro de los jóvenes pilotos que se empezaban a hacer un hueco en el campeonato, Markko Martin. Un segundo puesto y tres podios después, Petter lograba subir al escalón del subcampeón una temporada antes del que iba a ser su gran año.

Y es que 2003 ha sido sin duda la mejor versión que hemos podido ver del ex-piloto de Subaru. Todo ello a pesar de que el comienzo de temporada fue un completo desastre para los “blue boys”. Sólo tres puntos de treinta posibles fue el bagaje de Petter en los tres primeros rallyes de la temporada. Su regularidad a partir de ese momento y las victorias en Chipre y Australia le permitieron volver a meterse en la lucha. Eso y la todavía cierta “inexperiencia” de Sébastien Loeb.

Petter Solberg

Destacar dos grandes momentos aquel año: las victorias en Córcega y Gales. En la cita gala, un accidente en el shakedown dejaba el Impreza completamente destrozado y obligaba a los hombres de Prodrive a esmerarse para tenerlo listo antes de la primera especial. Tras un gran esfuerzo a contrarreloj y mucha cinta aislante, el Subaru estaba en la salida de un Tour de Corse que terminaría ganando tras la “casi” salida de pista de Loeb. Gales cerraba el Mundial como suele ser habitual y a él llegaban Solberg, Loeb y Sainz con posibilidades. El matador pronto se quedaba fuera de la lucha, mientras que a Seb le obligaba Citroën a levantar el pie para asegurar el de marcas. La alegría de Solberg no se hizo esperar y montó su particular celebración corriendo y subiéndose a las vallas donde se apostaban los aficionados.

Mañana la segunda y última parte sobre la historia de Petter Solberg en el Mundial de Rallyes.

Temas
Comentarios cerrados