Mi Gran Premio de Italia 2011: batalla de campeones en el templo de la velocidad

Mi Gran Premio de Italia 2011: batalla de campeones en el templo de la velocidad
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El simple hecho de ver rodar un Fórmula 1 en Monza es por sí solo un auténtico placer. Sentir la velocidad extrema, apreciar el límite de los monoplazas negociando las siempre difíciles chicanes y curvas del trazado italiano, saber que más que nunca el crono premiará a aquellos que sean capaces de domar sus inestables monturas.

Si a esto le sumamos un mano a mano entre los cinco campeones del mundo presentes en pista, no hace falta ser demasiado observador para entender que lo que vivimos este pasado domingo, es una de esas carreras que deben quedarse en nuestras mentes por mucho tiempo. Os aseguro que en la mía lo hará.

Sin ir más lejos, y haciendo un primer repaso muy superficial de lo que fue la carrera, os voy a hacer un listado de las fotos que podréis encontrar de Fernando Alonso en un domingo en el que tuvo mucho trabajo: salida tres a fondo con Vettel y Hamilton, lucha rueda a rueda con Vettel, fugaz lucha rueda a rueda con Schumacher, lucha rueda a rueda con Button, defensa final de un agresivo Hamilton. ¿Somos conscientes de esta maravilla que nos regaló Monza? Tardaremos mucho en ver a Alonso luchar en una misma carrera con los otros 4 campeones del mundo.

Pero no quiero despistarme, y esta vez me apetece detenerme un ratito más de lo habitual en el que para mí fue el gran protagonista de la carrera: Sebastian Vettel. Si alguien todavía duda de lo bueno que es el alemán, que se lo haga mirar. Que nadie se quede en la facilona y simple excusa del cochazo que tiene. ¡Claro que tiene un gran coche! Pero ese coche lo único que hace es permitirle llevar su pilotaje a la máxima expresión. Que nadie se crea que los campeones del mundo lo son por sus manos y nada más. Son los coches que han pilotado los que les han permitido inmortalizar sus dotes de pilotaje en los libros de historia. Este deporte es así, y cada vez de forma más acusada.

Por acabar con Vettel, y más allá de la relación de cambios escogida por Red Bull, su ataque a Fernando Alonso nada más marcharse el Safety Car dice mucho de su actitud. Es un killer, y no deja escapar una. El propio Alonso ha reconocido que su defensa fue algo más dura de lo normal, por el hecho que creía que Vettel no arriesgaría, pero el alemán pisó la escapatoria de la Curva Grande para pasar a Alonso, sin DRS ni pijadas, en la entrada a la variante de la Roggia. La diferencia con Mark Webber debería hacernos ver que no es tan fácil como algunos nos venden lo que está haciendo Vettel este año.

Sebastian Vettel

Sobre Fernando Alonso, simplemente comentar que creía sinceramente que su pelea final sería con Michael Schumacher por la cuarta plaza. Dos cosas explican su podium: el tiempo que perdió Lewis Hamilton tras Michael Schumacher en la primera parte de la carrera, y las buenas vueltas que pudo sacar Fernando a sus ineficientes gomas medias cuando Hamilton venía recortándole un segundo por vuelta para robarle el podium. La salida, de nuevo, fue antológica, como en Barcelona, y con paso por la hierba incluído. Los tiffosi debieron irse muy orgullosos de Fernando, porque la sensación es que dio todo lo que su coche le dejó dar, y un poquito más de propina.

Los dos McLaren, nuevamente, tenían un feroz ritmo de carrera, que no sirvió de mucho por enésima vez este año. Jenson Button volvió a dar una lección de inteligencia en pista, y solo su malísima salida le impidió estar algo más cerca de Vettel, aunque dudo que le hubiera podido disputar la carrera. Lewis Hamilton estuvo más apagado de lo normal (¿le afectarían las críticas a su pilotaje?), e incluso se durmió con la retirada del Safety Car dejándose pasar por Schumacher y, a la postre, tirando en ese despiste un podium que tenía en su poder por ritmo de carrera. Pero el ritmo de carrera no fue suficiente para derrotar a la velocidad punta del Mercedes, con el agravante de ver como su compañero de equipo llegaba a la pelea y se deshacía de los dos con relativa facilidad.

Michael Schumacher protagonizó también una carrera preciosa. No fue una remontada numéricamente tan llamativa como en Spa, pero creo que dejó ver un nivel de pilotaje del alemán por encima de la cita belga. Su lucha constante defendiéndose de Hamilton, e incluso contratacándole cuando le pasó, nos hizo recordar lo mucho que nos hizo disfrutar Michael en un pasado no tan lejano. Viendo lo bien que se mostró el Mercedes en Monza, me supo muy mal el abandono de Rosberg. Tenía muchas ganas de ver a dónde llegaba con esa estrategia de salir con las medias.

Michael Schumacher luchando con Fernando Alonso

También me supo especialmente mal el abandono por problemas de cambio de Sergio Pérez. El mexicano estaba firmando una carrera realmente sorprendente, y tras más de 30 vueltas con los neumáticos medios y unos tiempos más que dignos, rodaba en 7ª posición, y con una clara estrategia a una parada.

Esa 7ª posición se la quedó finalmente un efectivo Jaime Alguersuari. Definitivamente, Jaime se está comiendo con patatas a Buemi, y entiendo que le molesté la renovación de Weber, porque ese asiento de Red Bull ya tendría su nombre. Lo que debería plantearse Jaime es salir siempre desde la 18ª plaza de la parrilla. Siempre que sale desde allí, y han sido 4 veces, ha llegado a los puntos. Encadenar su mejor calificación en Spa con su mejor carrera en Monza confirma el gran momento de forma por el que pasa. Y antes de finalizar, no puedo olvidarme de Bruno Senna. Con los palos que muchos le han dado por no ser tan bueno como su tío (piden poco), creo que ha demostrado, por lo menos, que hay que darle unas cuantas carreras más para machacarle.

Nos leemos después de Singapur por aquí, o durante la espera en mi twitter (@smarcusf1).

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