La semana después del rally. Guerra civil en el Olimpo

La semana después del rally. Guerra civil en el Olimpo
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Se sigue tensando la cuerda en casa de Citroën. Lo ocurrido el sábado, durante el último tramo de la segunda etapa, ha hecho que la relación entre Ogier y Loeb se haya puesto aun más tirante todavía. Y es que ya nadie duda que por parte de Olivier Quesnel haya una especie de trato de favor hacia la joven estrella francesa en detrimento del siete veces Campeón del Mundo.

Mejor pongámonos en situación. El Rally Acrópolis llegaba al final de la segunda etapa con la primera pasada, y única, por el tramo nocturno. En esos momentos Ogier lideraba la prueba con 15 segundos de ventaja sobre Loeb que salía antes que si compañero de equipo a pista. Misteriosamente los Splits se estropeaban y el alsaciano no podía conocer los tiempos de Seb II hasta que este terminaba el tramo.

Ogier, que en un principio había declarado su intención de atacar, levantaba el pie y permitía que fuera Loeb el que abriera pista en la definitiva etapa del domingo, dónde perdería finalmente el liderato y la correspondiente victoria. Incluso lo que ha sentado peor, a mí en particular, han sido las declaraciones del propio Ogier una vez finalizado dicho tramo nocturno, en las que negaba cualquier táctica y achacaba su perdida de tiempo a una mala actuación. Sí, y yo soy Marcus Grönholm, no te fastidia.

Con el mismo nivel de frustración que Loeb terminaba Petter Solberg. El noruego se las prometía muy felices acabando la primera etapa con casi un minuto de ventaja sobre todos sus rivales. Sin embargo abrir pista en el Acrópolis no es una buena idea y esto le hacia perder completamente el tren de la lucha por la victoria.

Kimi Raikkonen volvía en este rally al WRC tras varios meses en los que únicamente ha pilotado esas extrañas maquinas que llevan en óvalos los americanos. Como resultado el finlandés terminaba en una “normalita” séptima plaza por detrás de dos pilotos del nivel de Mathew Wilson y Henning Solberg. Ahora las cosas se le pueden poner un poco más sencillas ante su tercera posición en Finlandia y la llegada de los rallyes de asfalto.

La categoría SWRC acompañaba en esta ocasión a los pilotos de los World Rally Cars. Menos mal, ya que solo imaginarme de la cacharrería que se habría formado de haber corrido los chicos de la Academy se me ponen los pelos de punta. Y es que los S2000 ya lo pasaron bastante mal.

Sin ir más lejos, el piloto que había dominado durante el primer día la carrera, el protegido de Markko Martin Ott Tanak, volcaba nada más comenzar la primera especial del segundo día. Otros como Prokop, Bernardo Sousa o nuestro amigo Albert Llovera sufrían numerosos problemas mecánicos.

En el caso del andorrano, de nuevo una bieleta le dejaba fuera de carrera. Una lastima después de todo el esfuerzo realizado para llegar a Grecia. El deportista tuvo que desplazarse por carretera a los mandos de su muleto adaptado, ya que el presupuesto para llevar hasta la base del Rally los dos coches era prácticamente desorbitado.

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