Una de lás máxima de Bernie Ecclestone es hacer llegar a la Fórmula 1 a cualquier lugar del mundo, por recóndito, poco poblado o sin ningún peso en el automovilismo que este sea. Esto hace que la última cita del Mundial de Fórmula 1 de este año sea en Abu Dhabi, en pleno Golfo Pérsico. Para la ocasión el emirato estrenará un circuito, Yas Marina, que como todo lo que se construye por aquellos lares es pura opulencia e instalaciones de última generación. Y para que los Europeos no nos quejemos, el doble de Andy Warhol ha hecho que la carrera coincida con los horarios habituales del viejo continente.
Este trazado ha sido obra de Herman Tilke, como no, por lo que ya sabemos que nos podemos esperar. Un circuito rápido en su primera parte y lento en la zona final. Como siempre, un rompecabezas para los equipos que tendrán doble ración de esfuerzos. A la tarea de descubrir un nuevo trazado tendrán que sumar el trabajo para encontrar el set-up perfecto. Aunque los pilotos también tendrán su parte. Teniendo en cuenta que ya conocerán el trazado de los simuladores, la busqueda de la mejor trazada, en directo, y la ausencia de grip serán sus pesadillas durante todo el fin de semana.
Quizás una de los atractivos de Yas Marina es que Tilke ha pretendido copiar ciertos partes de otros circuitos. Y no será por zonas ya que el circuito cuenta con la nada despreciable cifra de 21 curvas. El ejemplo más claro serán las curvas 2-3-4 que guardan un parecido razonable con la mítica Eau Rouge, aunque si algo va a caracterizar a este circuito es su larguísimo pit-lane, con tunel incluido, que podría provocar algún que otro susto.
