Que Pedro Martínez de la Rosa se quede sin volante el próximo año, es incomprensible pero hasta cierto punto lógica. Esfumada la opción Toyota, nada por aquí nada por allá, la opción Campos Meta, que era la que todo el mundo daba por hecha a mediados de temporada, también, podríamos decir, que se ha esfumado.
Adrián Campos fue claro en la presentación de Bruno Senna el pasado martes. De la Rosa no tiene un asiento porque no tiene patrocinadores, españoles o no, que le apoyen. Campos Meta ha decidido apostar por jóvenes pilotos, y con dinero bajo el brazo, en lugar de la experiencia, y sólo eso, del catalán. Incomprensible, si. Lógico, también.
Por su parte, Jenson Button, Campeón del Mundo de Fórmula 1 de 2009, podría tener algún que otro problema de cara a continuar en Brawn GP, la escudería que le ha ha puesto de nuevo en el candelabro, digo candelero.
Jenson Button le ha pedido a Brawn 6,5 millones de euros por sus servicios la próxima temporada. Ross Brawn, que sabe que gran parte del éxito del británico ha estado en sus monoplazas y es muy listo en estas lides, ha advertido a Jenson Button que si quiere cobrar eso, encuentre patrocinadores personales que se hagan cargo de su ficha, porque el no va a llegar a esas cantidades.
Y como es lógico, un minuto después de conocerse esto, muchos ya pensaron que la salida de Jenson Button en dirección a otra escudería, quizás británica y quizás también motorizada por Mercedes, podría ser la solución a sus problemas pecunarios.
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