En 2010, el Gran Premio de Mónaco sirvió para que Red Bull se diera un baño, uno de los buenos. Doblete para Mark Webber y Sebastian Vettel. El primer gran éxito de la escudería anglo-austriaca en las calles de Montecarlo y en el caso concreto de Mark Webber, segunda victoria consecutiva de la temporada que le daba un dosis de moral extra de cara a la lucha por el título. A pesar de que muchos quisieran sacarle de ella.
Montecarlo sólo tuvo un color, el azul de Red Bull y también tuvo sabor francés, el de los motores Renault. El sábado coparon las tres primeras posiciones, con Webber-Kubica-Vettel y el domingo repitieron, con el intercambio de posiciones entre el polaco y el alemán. Lo que no cambió fue el dominio de Mark Webber que firmó un fin de semana completo y sin error. Como le gusta al australiano, pilotar sin que nadie pueda presionarte.
Pero el Gran Premio de Mónaco de 2010 tuvo muchos puntos de interés. En los terceros entrenamientos libres del fin de semana, disputados el sábado, Fernando Alonso sufría un accidente, nada preocupante a priori, pero que tendrían consecuencias dantescas para sus aspiraciones en el principado. El chasis del monoplaza estaba dañado por lo que en Ferrari tuvieron que montar un monoplaza casi nuevo para la carrera del domingo. Alonso tuvo que ver la calificación desde la barrera. Salir último en las calles de Montecarlo no es el sueño de un piloto.
Pero esta vez, la suerte estuvo del lado de Fernando Alonso. El asturiano hizo su pit stop nada más comenzar la carrera y a partir de ahí, un tempranero safety-car le ayudó a realizar una magnífica remontada que le llevó a la sexta posición. No sería el último momento en que el Mercedes SLS AMG y Alonso serían protagonistas. En la última vuelta de carrera y con el coche de seguridad abandonando la pista instantes antes, Michael Schumacher superó a Alonso, en un maniobra ilegal que pronto sería sancionada.
Otro de los momentos del gran premio fue el abandono de Jenson Button. El, en aquel momento, vigente Campeón del Mundo de Fórmula 1 tenía que abandonar tras ver como su motor decía basta. La razón, una tontería si pensamos en la Fórmula 1. A un mecánico se le olvidó retirar una de las tapas que cubren las entradas de aire en los pontones laterales.
Otro de los momentos fue el accidente de Rubens Barrichello, producido por una tapa de alcantarilla mal soldada. El brasileño, bastante enfadado, decidió lanzar su volante. En palabras del brasileño, quería salir del cockpit cuanto antes. Una acción que podría haber tenido trágicas consecuencias.
Una de las noticias posteriores al Gran Premio de Mónaco, fue el conocimiento de una misiva que Fernando Alonso escribió a su equipo. En ella, Alonso prometía todo el trabajo del mundo para luchar por el título al final de temporada. Algo que se hizo realidad, aunque no tuviera el resultado deseado.
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