Cuando Fernando Alonso rompió su motor en Monza, Renault tuvo una ventaja. Descubrieron rápidamente que el problema eran unos nuevos pistones que habían demostrado no tener la fortaleza suficiente. Para asegurarse de que ese era el problema, probaron con la misma especificación de motor en Jerez, produciéndose dos roturas y verificando que esa era la causa. Después de eso, volvieron a los pistones antiguos.
En Ferrari está siendo diferente. El motor de Schumacher sufrió un problema diferente al de Massa en China. El fallo de una válvula que no es la primera vez que se utiliza y que ha dejado a Ferrari más desconcertado de lo que estaba cuando se produjo la rotura.
A pesar de todo, Ferrari acudirá a Brasil con un motor de 20 CV más y diseñado para soportar sólo 400 kilómetros. Está claro que no tienen nada que perder.
