Felipe Massa, un piloto ante su última oportunidad

Felipe Massa, un piloto ante su última oportunidad
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Hay pilotos que a pesar de los resultados, buenos dentro del contexto, cosechados año tras año jamás obtienen el favor de la afición, de las escuderías o de los expertos. Son pilotos que no podrían ser considerados como top pero que su buen hacer les permite asentarse en la máxima categoría.

En ese grupo, y mirando a los últimos años, podríamos colocar a pilotos de la talla de Rubens Barrichello o Adrian Sutil. Quizás no son de esos pilotos destinados a pasar a la historia por sus hitos pero que su trabajo les ha colocado en una magnífica posición.

En el caso contrario podríamos colocar a pilotos con talento, buena parte de los presentes en la parrilla lo tienen, pero que a pesar de contar con un asiento en un buena escudería y el apoyo de los dirigentes son incapaces de lograr ese gran resultado que se espera de ellos. Aquí colocaría a Felipe Massa.

Y todo a raiz de las últimas declaraciones de Emerson Fittipaldi en las que afirma que Felipe Massa podrá luchar por el título siempre y cuando el Ferrari F2012 le acompañe. ¿Cuántas oportunidades se le van a seguir dando al brasileño?

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Brasil 2008, un antes y un después

Felipe Massa llegó al Gran Premio de Brasil con opciones de proclamarse campeón del mundo pero cosas del destino lo que parecía un título en sus manos se convirtió en una de las mayores decepciones que se recuerdan en la Fórmula 1.

El Síndrome Massa no suele ser habitual por lo complicado de que se produzca. En pocas ocasiones pilotos no considerados como de los mejores tienen la ocasión de luchar por un título. Lo tocaba con las manos y se lo quitaron. Similar a lo ocurrido con Mark Webber en 2010. Son buenos, muy buenos, pero están un escalón, o dos, por debajo de los más grandes.

Y tras luchar por el título, el efecto champán. La siguiente temporada todo funciona mal, pero como dice la Ley de Murphy, cuando las cosas van mal siempre pueden ir peor.

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Hungría 2009, un accidente que marca

Perder un mundial en la última curva marca a cualquiera. Aún así 2009 se planteaba como una nueva oportunidad de no ser por el doble difusor que impidió que viésemos un campeonato luchado. Por si eso no fuese poco, el accidente marcó el resto de la temporada. En menos de un año, Massa era protagonista de dos eventos muy particulares que pueden llegar a afectar un piloto.

2010 debería haber sido un punto de inflexión. Espíritu renovado y nuevo compañero. Nada funcionó. A pesar de que desde el equipo se planteo una lucha por igual con Fernando Alonso, el español se ha comido literalmente a Massa. Algo que se ha repetido durante los últimos años.

Pero quizás lo que más ha ayudado a reducir las posibilidades de Massa es la presencia de una mayor cantidad de escuderías y pilotos luchando por el título. Si en 2008 la lucha fue entre el brasileño y Hamilton, en 2010 y 2011 hasta cinco pilotos han estado por delante de Massa. Si hay cinco gallos fuertes en el corral, difícilmente quedarán restos para más débiles.

Por suerte para el, Massa ha contado con el apoyo del máximo dirigente de Ferrari. Quizás el apoyo de Luca Cordero di Montezemolo haya estado basado en la importancia que tiene Brasil en el Grupo FIAT. Pero la confianza se va perdiendo.

Sin dos pilotos al 100%, luchar por el título de constructores es imposible y al final todo cuenta. Quizás en Ferrari no piensen que Massa sea capaz de lograr un título de pilotos, pero al menos le necesitan para conseguir el segundo título en liza. 2012 será su última gran oportunidad.

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