Dacia Sandero Cup, prueba

Pocas son las ocasiones en las que tenemos la oportunidad de "catar" un coche de competición. Una cosa es ponerte al volante de un deportivo, en un circuito, y otra distinta hacerlo en un vehículo 100% de competición y hacerlo en un pequeño tramo de carretera. Esta semana, y gracias a Renault, pudimos subirnos a una de las últimas creaciones para los rallyes, el Dacia Sandero Cup. Un modelo que en 2014 tendrá su propia copa, la Dacia Sandero Rally Cup, que nace con el objetivo claro de convertirse en el primer escalón para cualquier piloto que quiera dedicarse a los rallyes.

Si tuviésemos que definir con una sóla palabra al nuevo Dacia Sandero Cup esa sería iniciación. Porque más allá de sus prestaciones, su precio o su calendario, lo primero que hay que decir es que el Dacia Sandero Cup es un coche para aquellos que quieren comenzar en el mundo de los rallyes, y lo que quizás es más importante en los tiempos que corren, a un buen precio.

Rallyes sí, pero económicos

La economía del modelo sería la otra palabra clave. Por, aproximadamente, 12.000 euros (impuestos excluidos) un piloto puede conseguir un Dacia Sandero Cup (en el pack se incluye, entre otras cosas, la carpa y los monos homologados). Un precio que podríamos calificar como de derribo y que hace que los costes de una temporada completa sean muy ajustados.

El Dacia Sandero Cup es básicamente un Dacia Sandero de serie (motor gasolina de 1,2 litros y 75 CV de potencia) que ha recibido unas pocas mejoras: la suspensión, el cubrecartes, el escape, las pastillas de freno y las habituales medidas de seguridad (arco, asientos, cinturones, extintores...). Esta versión es tan básica que para abaratar costes incluso se han eliminado los guarnecidos de las puertas y éstas lucen al "aire". Este hecho, sumado al ya contenido peso del modelo de serie hacen que el coche ronde la tonelada de peso (1.030 kilogramos de peso concretamente).

Otra de las medidas para contener los gastos ha sido recurrir a los neumáticos de series. Por 340 euros tienes un juego de neumáticos (Pirelli Cinturauto P1) algo inviable si se hubiese recurrido a neumáticos de estricta competición.

Para convertir el Dacia Sandero en la versión Cup de rallyes, no es necesario pasar por caja ya que la instalación del kit, con una 60 horas de montaje, puede hacerse en cualquier taller. Lo mismo pasa con el mantenimiento entre carreras, alrededor de 1,5 horas (por las más de 50 que requiere un Porsche 911) medida que también se extiende a la compra de material. Aunque la copa cuenta con sus propios patrocinadores, la compra de ruedas, pastillas de freno, etc, no se vincula al fabricante si no que puedes hacerlo mediante tu distribuidor de confianza. 60 horas de montaje.

La prueba

En los alrededores de la población de Torrelaguna, al noreste de Madrid, iba a discurrir el pequeño tramo de 5 kilómetros en los que íbamos a tener la oportunidad de conducir el nuevo Dacia Sandero Cup. Alberto Monarri nos iba a servir de cicerone de lujo y tras realizar una pasada con el al volante, y mostrarnos las bondades del Sandero, iba a ser nuestro turno.

Antes de subirnos al Dacia Sandero Cup dialogamos con José Vicente Medina (responsable deportivo de la copa) y Hermenegildo Baylos (Director Técnico de la RFEDA) y ambos son claros. A pesar de que con 75 CV la falta de potencia es más que evidente, se busca que el coche sea una escuela en la que serán las manos de los pilotos las que diferencien al mejor. Se trata de un coche de sensaciones, sencillo de conducir en el que hay que buscarle sacar el máximo partido.

Tras salvar la estructura antivuelco nos ubicamos en el cómodo bacquet. La posición de conducción es la adecuada por lo que sólo queda abrocharnos el cinturón y arrancar. El coche es tan sencillo como cualquier coche de calle y es sencillo de conducir. Aunque en parado la dirección se nota algo pesada no es más que una falsa alarma. En cuanto el coche coge algo de velocidad esa sensación desaparece, cuenta con dirección asistida, y no es nada complicado ir apuntando al vertice cada curva.

Aunque el tramo es en bajada, el box está en mitad del mismo así que primero tenemos que subir para luego bajar por ello las primeras curvas también nos sirven para adecuarnos al tacto de la frenada. A pesar de que el Dacia Sandero Cup cuenta con discos en el eje delantero y "vetustos" tambores en el eje posterior, a la hora de frenar no se echa de menos más mordiente.

Una vez arriba es momento de respirar honda y comenzar el tramo. Primera y segunda pasan demasiado rápido y tras meter tercera nos damos cuenta de que ésta es algo larga y hay que jugar con el cambio para que el coche no se quede muerto. Después comentaría esta particularidad con los responsables y la respuesta era sencilla. Aunque se estudió el cambio de la caja de cambios, pensando en los costes se decidió mantener la de serie.

La primera parte del tramo son curvas más cerradas y sirven para probarnos con la dirección y los frenos. Los terraplenes están cerca y una vez visto lo que es capaz de hacer Alberto Monarri con el coche decidimos que no es necesario apurar más de la cuenta. Vamos cogiendo confianza y con la ayuda del piloto vamos sacando algo de jugo al coche. Como el tramo es en bajada no se echan de menos los caballos. Es cuestión de apurar algo en cada curva o acercarse a los árboles, eso sí, los últimos 20 centímetros se los volvemos a dejar a Monarri. Son sólo 5 kilómetros por lo que la toma de contacto es más corta de lo deseable. Cuando comienzas a coger confianza con el coche te das cuenta de que el tramo ha terminado. Otra vez será.

La Dacia Sandero Rally Cup

Aunque en primer momento nació para ser una copa de carácter regional, a disputar en Cantabria y Asturias, finalmente será de carácter nacional y contará con el apoyo de la RFEDA. La Dacia Sandero Rally Cup contará con nueve citas a lo largo de la temporada de las cuales se podrán descontar tres resultados. Esto hace que si un piloto no cuenta con el presupuesto necesario para la temporada completa pueda decidir que citas le convienen sin perder las opciones de hacerse con el triunfo.