Cuarta carrera de la temporada en la NASCAR Sprint Cup Series y cuarto ganador distinto. El pasado domingo, la lluvia fue la principal protagonista del Bristol Motor Speedway ya que primero hizo que se retrasara el comienzo de la carrera, después la interrumpió para finalmente darla por concluida. Hasta cinco horas de retraso se acumularon. Una carrera de resistencia para equipos, pilotos y sobre todo, para el público.
En estas extrañas condiciones, Carl Edwards sobresalió para hacerse con la victoria a pesar de las dificultades que tuvo en la clasificación del sábado y que forzaron a que su equipo trabajase hasta altas horas de la madrugada. Por si todo esto no fuese suficiente, la carrera finalizó con un incidente curioso. Con Edwards liderando con comodidad, alguien se apoyó por error en el botón que activa las banderas electrónicas forzando un periodo de caution. Con los coches rodando a la espera de un final green-white-chekered flag la lluvia arreció y obligó a dar por concluida la carrera.
