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Historia de los híbridos (II): la evolución de la tecnología

Historia de los híbridos (II): la evolución de la tecnología
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La historia de los coches híbridos es la historia de la evolución tecnológica. En el capítulo anterior hablamos de cómo y por qué tiene sentido que exista un modelo de coche híbrido en lugar del que tienen únicamente un motor de combustión interna. De hecho, la concepción del híbrido siempre ha estado ligada a mejorar la eficiencia en varios sentidos: menos emisiones y consumo de combustible por un lado, y bajos consumos con gran autonomía por otro.

La parte primera, la de menos emisiones y consumo, se consigue gracias a la parte eléctrica, muy útil en maniobras como el arranque, el estacionamiento, el "start & stop" de los atascos,... mientras que la segunda, bajos consumos con gran autonomía, se consigue con un motor de gasolina muy eficiente y capaz de gastar muy, muy poco combustible a velocidad de crucero. Para conseguir resultados que merezcan la pena se ha tenido que trabajar mucho, y como siempre pasa, la historia de cómo comenzó esta carrera tecnológica empieza mucho antes de lo que pensamos. Hubo una época en la que los motores a vapor dominaban la escena. Esa época es tan lejana que debemos hablar de principios del siglo XIX, nada menos. Estos no eran vehículos híbridos, pero desde luego no eran de combustión interna. Pocos años después, con la electricidad como la fuente de energía más popular, se desarrollaron muchos tipos de motores eléctricos para mover carros, y poco a poco se fue dejando atrás el concepto de carro de tracción animal para dar paso a los motores eléctricos.

El dilema: motores eléctricos limpios, fiables, pero caros, o bien motores imperfectos pero muy baratos

Primeros modelos híbridos

El problema fue que, si bien los motores eléctricos eran funcionales y silenciosos, eficientes y suficientemente poderosos, las autonomías eran ridículas. Es decir, hacían falta voluminosas y costosas baterías para almacenar una mísera cantidad de energía en ellas, y la solución se tornó cara y poco práctica. No en vano, recorrer la distancia que fuese cargados hasta los topes con baterías era algo poco lógico. Además el motor de gasolina era barato, y su combustible también, y a pesar de ser tosco, sucio y maloliente se convirtió en una solución perfecta de momento. También habría que empeñar mucho esfuerzo en la minituarización de las baterías, algo que como sabemos llevó su tiempo.

Pero las mentes más inquietas siguieron preguntándose por la idea de un coche híbrido con motor de gasolina y también con motor eléctrico, y a principios del siglo XX existieron varios modelos diferentes que incluían una solución de este estilo. Pero de nuevo hubo que aplazar la idea por el elevado coste de los mismos frente a los motores de gasolina, que rápidamente se hacían con la supremacía mundial.

Pasaron 90 años, aproximadamente, hasta que Toyota lanzó el primer coche híbrido funcional al mercado en 1997. Pero antes, mucho antes, resurgió el interés por los coches híbridos. Fue en los años 70, cuando la crisis del petróleo puso en alerta a los fabricantes y se desempolvó toda la teoría y práctica de los motores híbridos. La idea que mejores prestaciones podía dar era la de la configuración en paralelo, ya que mientras el motor de gasolina funcionaba, el motor eléctrico se comportaba como un generador de electricidad, que se acumulaba en las baterías. Cuando la potencia del eléctrico era requerida se podrían complementar ambos motores sin problemas.

Gama Toyota híbridos

De todas estas necesidades nació el embrión de lo que fue el primer Toyota Prius, que como sabéis significa "antes" o "anterior" (y se escogió el nombre porque salió al mercado antes de que la preocupación medioambiental fuese algo mainstream). El Toyota Prius supuso un salto de gigante hacia la progresiva "hibridación" de la sociedad, puesto que se convirtió en el primer modelo funcional capaz de salir al mercado con un precio realista. Poco a poco, con cada generación, su evolución avanzó hasta llegar a tener lo que hoy llamamos una gama completa de coches híbridos, para todos los públicos y con un nivel del acabado tecnológico fuera de serie.

Y ahora nos encontramos en una época de total expansión de la tecnología híbrida, con una gama Toyota que crece y mejora cada día y con planes futuros muy interesantes. Lejos quedan ya los años en los que los coches híbridos eran una curiosidad, una utopía o algo que no podía competir con los sucios, malolientes pero muy baratos que existían a principios del siglo XX. Lo que nos espera en adelante es, sin duda, maravilloso.

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