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Ciclo NEDC, consumos homologados y por qué no debemos preocuparnos mucho por ellos

Ciclo NEDC, consumos homologados y por qué no debemos preocuparnos mucho por ellos
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Tu coche consume una cierta cantidad de combustible "de fábrica", más un porcentaje mayor o menor según sea tu conducción, más un pequeño porcentaje extra debido a los "imponderables": climatología actual, carga total que lleves, presión de los neumáticos (lo digo por si es incorrecta), la orografía del recorrido que hagas en este momento, y muchas otras cosas que contribuyen por poco que sea.

El mismo coche y conductor, haciendo el mismo recorrido en dos días diferentes no van a dar un resultado de consumo real exacto: es imposible. Sí es posible que se hagan consumos ajustados a la décima de litro a los 100, décima arriba o décima abajo, y diremos que consumimos siempre casi lo mismo. Eso nos llega porque somos personas normales, no somos unos obsesos del consumo, pero sobre todo nos llega porque no somos fabricantes que homologan coches y quieren venderlos. Esa es la razón de que exista la homologación de consumos y el famoso y controvertido ciclo NEDC.

¿Qué narices es el ciclo NEDC?

El NEDC es un convenio a nivel europeo que estipula el procedimiento a seguir para comparar consumos entre coches. Esta definición es bastante simplista, pero en pocas palabras significa exactamente eso. Es la única manera de poder comparar coches del mismo segmento sin depender de factores externos. Es, por decirlo así, una prueba de consumo en laboratorio con un procedimiento muy estricto y siempre igual.

Las siglas significan New European Driving Cycle, es decir, el nuevo ciclo de conducción europeo. Se supone que en Europa, en media, se conduce así, según esos patrones que describiremos muy brevemente. El ciclo NEDC se compone de cuatro partes de conducción urbana, más una parte de conducción fuera de la ciudad. Es bastante lógico que cada una de esas partes esté exactamente especificada, paso a paso. Esto, amigos, es el ciclo NEDC en todo su esplendor:

Ciclo NEDC para homlogación de consumos en coches

El detalle exacto de cada parte del ciclo es algo que es bien conocido y está al alcance de todo el mundo, por ejemplo aquí, y no es el objetivo de este artículo. Nuestro objetivo es mostrar cómo por un lado es un esquema obsoleto, pero a la vez, es un sistema que funciona relativamente bien (aunque ahora mismo hay muchas dudas sobre eso y se está presionando para rehacer los ciclos en 2017, que sean más estrictos y a la vez más fiables).

¿Sirve para algo la prueba NEDC?

El consumo homologado que se obtiene siguiendo el ciclo NEDC sirve para comparar coches del mismo segmento, y poco más. En ese sentido es útil para comparar, como compradores interesados en el medio ambiente, qué coche consume menos o emite menos CO2 para unas condiciones conocidas y fijas.

Toyota Avensis motor

Como decimos, se trata de una prueba que se practica a todos los coches de la misma manera, con el mismo procedimiento y con las mismas condiciones de contorno. Sin embagro, no es una prueba fidedigna de la realidad: no nos dice cuánto CO2 emite el coche a la atmósfera ni cuánto combustible consume hoy, mañana, o cualquier día de conducción normal.

No se puede pedir fidelidad con la realidad de 2014 a un sistema de homologación que data de mediados de los años 70, cuando los problemas eran otro, los motores eran diferentes (y mayoría de gasolina, y muy poco eficientes) y las carreteras y hábitos de desplazamiento eran prácticamente de otro planeta, acostumbrados al tráfico típico de la actualidad. Así que, según este último razonamiento, el ciclo NEDC sirve de bien poco y es necesario cambiarlo.

¿Por qué salen valores tan bajos? ¿De qué sirven?

Los valores bajos de los consumos homologados son así porque el ciclo NEDC tiene ya sus años, y se elaboró cuando los coches eran menos potentes y menos eficientes. A la par que los coches evolucionaron, se hicieron más evidentes las diferencias entre el dato de consumo homologado y lo que ven nuestros ojos cuando consultamos la media del día. Atentos a lo siguiente, extraído de un informe del ICTT de 2012:

El ICCT encontró que la diferencia entre la homologación y el consumo de combustible "del mundo real" aumentó desde alrededor del 8% en 2001 al 21% en la actualidad [2012, ndA], con un aumento particularmente fuerte desde 2.007. Los posibles motivos de esta evolución son:
  1. las lagunas existentes en la determinación de la resistencia al avance, el peso del vehículo, de laboratorio temperaturas de ensayo y otras consideraciones para la homologación;
  2. la incapacidad del ciclo de prueba actual, el NEDC, para representar a las condiciones de conducción del mundo real;
  3. el aumento de la cuota de mercado de los vehículos equipados con aire sistemas de aire acondicionado.

Las claves: la "conducción" en homologación dista muchísimo de lo que es la conducción habitual en nuestros días: la que tú o yo hacemos cada día para ir a trabajar, recoger a los niños, ir a la compra, salir de paseo... Los coches son diferentes (las aceleraciones medias han mejorado ostensiblemente en los últimos lustros), funcionan mejor a bajo régimen, algunos de ellos son más eficientes en esos rangos bajos que en otros más altos, o incluso arrancan en modo eléctrico como los coches híbridos. Con esto no insinúo que haya motores que engañen al ciclo NEDC, es que simplemente es un ciclo de homologación totalmente obsoleto y anacrónico, y decididamente nadie conduce así.

No vas a llegar a hacer ese consumo homologado, pero te puedes acercar

Toyota Prius Plug In
Los híbridos enchufables hacen necesario que se cambie el ciclo de homologación de consumos.

¿Nos tiene que preocupar no llegar a esos consumos homologados? ¿Debemos sentirnos estafados? No, por supuesto que no, ni lo uno, ni lo otro. Hay que saber qué es el consumo homologado, y seguir adelante con nuestras vidas. Si te empeñases en llegar al consumo homologado seguramente pasaría una de dos cosas: que "cascarías" el motor u otras partes del coche, o bien que irías tan lento que te darías vergüenza. El consumo que nos debe preocupar a cada uno es el consumo propio. El que hacemos habitualmente con nuestra conducción habitual. Si nos parece excesivo, existen formas de conducir más eficientemente. Si estamos contentos, no hay nada más que hablar.

A mí me cuesta mucho bajar de ciertos valores, pero considero que los consumos que hago a los coches que conduzco son apropiados, por debajo de la media diría. Pero en realidad no me importa solo el consumo, sino el tiempo empleado en el viaje, y lógicamente influirá más o menos si viajamos en verano o en invierno, con calor o con frío, al amanecer o a mediodía, con media familia hacinada atrás, o solos con nuestra caña de pescar.

Mi conclusión es que el consumo se homologa para los coches, pero nosotros, los conductores, debemos conocer el consumo real y realista de cada modelo cuando lo vamos a comprar. Y para eso están los análisis de los expertos (y hay dónde comparar), nuestro sentido común y el interés que tengamos por saber cuánto nos va a costar mover el coche.

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