BMW 650i Coupé y Cabrio, prueba (exterior e interior)

BMW 650i Coupé y Cabrio, prueba (exterior e interior)
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Hoy comienzo la prueba de uno de los modelos de coches que tenía más ganas de probar, el BMW 650i en carrocería Coupé y Cabrio. Lo admito, desde que salió al mercado en el año 2004 he sido fan incondicional del BMW Serie 6. No es el coche más práctico del mundo, ni el más deportivo, ni el más elegante. Pero tiene algo que engancha, o al menos así era en la primera generación.

Ahora ha llegado al mercado el nuevo BMW 650i, primero lo hizo en carrocería Cabrio y luego en Coupé. Y yo he probado ambas versiones precisamente en ese orden, primero pude rodar un par de días con el Cabrio y luego, la semana pasada he probado el Coupé durante toda una semana.

Mi objetivo, comprobar como ha evolucionado el nuevo BMW 650i respecto a la primera generación en todos los sentidos, tanto en diseño, como en eficacia sobre el asfalto. Hoy comenzamos con el análisis del exterior e interior. ¿Arrancamos?

BMW 650i Cabrio

Diseño exterior

No creo que haya muchos que me discutan que el BMW Serie 6 de la anterior generación, era uno de los coches más bonitos del mercado y que ha conseguido enamorar a muchos fans de la marca. Mejorar el diseño de aquel coche, no parecía una tarea sencilla, pero me saco el sombrero ante los diseñadores de BMW porque creo que han conseguido hacerlo.

El nuevo BMW Serie 6 ha cambiado por completo, podemos hablar de un coche absolutamente nuevo. BMW habla de él como la tercera generación del BMW Serie 6, y no nos olvidemos de que en los años 80 hubo un BMW 635 CSi que marcó una época.

El nuevo modelo, es todavía más largo que el anterior, ha crecido 75 milímetros para hacerlo más confortable sobre todo en las plazas traseras, que eran su mayor punto débil. Pero la carrocería también crece 39 milímetros a lo ancho, y está cinco milímetros más bajo.

BMW 650i Coupé

La línea general del coche sigue el estilo del modelo anterior. Carrocería marcada por un morro muy largo, el habitáculo muy retrasado y una trasera corta y musculosa que le dota de un aspecto inconfundible.

El aspecto frontal cambia por completo respecto al modelo anterior. Ahora las ópticas delanteras son más parecidas a las del resto de modelos de la gama BMW, más grandes y con más protagonismo. Los riñones característicos de la marca, también han crecido y están situados más adelante respecto al eje delantero que en el modelo anterior.

Las luces antiniebla de LED opcionales (264 euros) se integran en la parte superior de la entrada de aire que ocupa todo el ancho del faldón delantero. Quedan así separados de las ópticas delanteras, que en este caso también eran de LED adaptativas opcionales, con un precio de 2.754 euros.

BMW 650i Coupé

Las líneas que salen del capó, fluyen hacia atrás marcando las formas musculosas de la carrocería. Si lo vemos de lado, se nota que la distancia entre ejes también ha crecido. Es un coche grande, mide 4,89 metros y eso le otorga una presencia sobre el asfalto que no deja indiferente a nadie.

En las aletas delanteras, unas bránquias cromadas albergan en su interior los intermitentes delanteros, y combinan a la perfección con el marco cromado que recorre el perfil de las ventanillas.

Pero sin duda alguna, la parte que más me ha gustado del BMW Serie 6 ha sido la trasera, tanto en la versión Coupé como en la Cabrio. Las ópticas tienen una forma muy característica, ya que se dividen en dos partes, una siutada en las aletas y otra situada sobre la parte central de la tapa del maletero.

BMW 650i Coupé

La línea del maletero, con su perfil hace que las ópticas se dividan cuando abrimos la tapa del maletero. Las luces son de LED, como es lógico en un coche de este nivel. Pero una vez más, lo que no me ha gustado nada es la forma de los escapes, ya que se recurre a formas rectangulares que dejan ver en su interior dos salidas redondeadas. En los 640i y 640d son redondas. ¿De dónde viene esta moda?

Por último, las llantas de la unidad de pruebas Coupé eran de 19 pulgadas opcionales, con un diseño de cinco radios dobles, un toque brillante y un precio de 2.568 euros. Lo veo demasiado caro teniendo en cuenta que las de serie también son de 19 pulgadas.

El BMW 650i Cabrio por su parte llevaba las llantas opcionales más grandes del catálogo BMW, de 20 pulgadas y un diseño realmente espectacular que realzaba mucho el asepcto del coche. Su precio alto, 3.505 euros.

BMW 650i Cabrio

El interior 2+2 del BMW 650i Cabrio y Coupé

Después de deleitarnos con el diseño exterior del coche, vamos al interior. Lo primero que debemos tener en cuenta es que el BMW Serie 6 es, tanto en su versión Coupé como en la Cabrio, un 2+2. ¿Ésto que quiere decir?

Pues básicamente, que las plazas traseras son para uso puntual, no para el día a día. Y eso a pesar de que en esta tercera generación, éstas son más amplias y confortables que en la versión anterior.

Pero vayamos a la parte delantera, que es la que más va a disfrutar quien decida comprarse un BMW Serie 6 después de leer esta prueba. El salpicadero tiene un diseño realmente logrado, moderno y vanguardista en el que todos los mandos se disponen hacia la posición de conducción de forma evidente.

BMW 650i Coupé

Las líneas del salpicadero, se disponen de forma fluída hacia la consola central que divide ambos asientos. Y claramente, el que tiene el control de todos los mandos es el piloto, ya que el acompañante se siente como “fuera” de ese entorno que crean las formas del salpicadero.

Y en un coche que cuesta de serie más de 100.000 euros, los detalles y calidad de acabados tienen que ser de primer nivel. Lo cierto es que en el BMW Serie 6 la calidad se percibe desde el primer momento. Por un lado, todo el salpicadero está forrado en piel.

La pantalla situada en el centro del salpicadero, no es un iPad colocado ahí. Es la que trae el coche cuando va equipado con el navegador Professional y tiene un impresionante tamaño de 10,2 pulgadas. Como es habitual, en ella puedes elegir entre navegador, teléfono, muscia, etc. a través del mando iDrive que ha mejorado mucho en cuanto a facilidad de uso desde las primeras versiones.

BMW 650i Coupé

Pero no es la única fuente de información disponible, ya que la parte inferior de los dos relojes (velocímetro y revoluciones) está formada también por una pantalla en este caso de 9,2 pulgadas dónde hay datos de consumo, del funcionamiento instantáneo del EfficientDynamics y posibles alertas cuando algo no va bien.

Ambas unidades de pruebas, entre el abundante equipamiento opcional que traían, incluían el Head Up Display que proyecta información sobre el parabrisas delantero, un sistema muy cómodo por el que hay que pagar 1.745 euros.

Y otro de elemento del equipamiento opcional destacado, era el equipo de música Bang&Olufsen que llevaba el Coupé. Aunque el equipo de música de serie suena de maravilla, lo cierto es que si te gastas los casi 7.000 euros que cuesta el Bang&Olufsen, puede que no quieras ni escuchar el rugido el V8. ¿O no?

Continuará…

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