Citroën, no juegues más con nuestras ilusiones. ¿Para cuándo lo prometido?
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Citroën, no juegues más con nuestras ilusiones. ¿Para cuándo lo prometido?

Es más o menos común a todos los fabricantes aprovechar el tirón de los salones del automóvil para presentar prototipos que llamen la atención, asombren al público y asusten al resto de fabricantes con las tecnologías más novedosas que han sido capaces de incorporar o que están desarrollando en sus cuarteles generales.

Algunos de estos prototipos tienen un reflejo más o menos directo en un modelo definitivo, otros muchos se pierden por el camino para desgracia de todos nosotros. En Citroën no son muy de mostrar diseños que no llegan a nada, así que cuando hace tiempo nos mostraron al impresionante Survolt muchos nos hicimos más ilusiones de la cuenta.

Las ilusiones expectantes y el sueño que nunca llega

Citroen Survolt 2

Ha pasado más de un lustro desde que la casa de los chevrones presentase en el Salón de Fráncfort 2010 a una pareja de eléctricos muy interesantes. Uno era el Citroën REVOLTe, una reinterpretación del 2CV de corte futurista y motorización eléctrica. El otro era su hermano mayor, cachas y malhumorado: el Citroën Survolt.

Quizá, y sólo quizá, las apariciones promocionales del Survolt como aquella tímida incursión en las 24 Horas de Le Mans o la psicodélica decoración salida de la mente de Françoise Nielly de hace seis años nos dieron pie a pensar en que aquel prototipo sí que podía ser la antesala de un nuevo deportivo de calle nacido sobre las mesas de diseño de Citroën.

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Al fin y al cabo, tenía muchas papeletas para ser un coche de producción. Si le quitamos los aditamentos aerodinámicos innecesarios, sustituimos el motor eléctrico por uno de combustión potente y aprovechamos el tirón de una imagen que recuerda a uno de sus modelos más populares de todos los tiempos podríamos estar ante un win-win.

Generación tras generación, Citroën nos ha dejado caer perlas de su saber hacer y tonteando con deportivos. Queremos ya nuestro gran deportivo con chevrones en el frente

El movimiento en el Survolt se conseguía a través de la energía almacenada en dos baterías de ión-litio encorsetadas en el interior de un chasis de estructura tubular muy reforzado. Juntas sumaban 62 kW con las que podía recorrer hasta 200 kilómetros con una recarga y alimentaban dos motores eléctricos capaces de generar 300 CV entre 0 y 5.000 rpm, alcanzar los 260 km/h de punta y ponerse a 100 km/h desde parado en menos de cinco segundos.

Citroen Survolt 4

Sí que había elementos fundamentales que podrían contradecir sus principios, como la propia motorización eléctrica y el hecho recoger el testigo del 2CV, un modelo muy alejado del concepto de deportividad. Hemos visto cientos de veces giros en el camino entre prototipo y producción que sorteaban problemas como estos, era un escoyo mínimo.

Por lo demás, si echamos la vista atrás, el Citroën Survolt nos recordaba debajo de su radical silueta a algunos de los productos más célebres dentro de la marca francesa. Nombres ilustres que permanecen anclados en el imaginario colectivo incorruptible al paso de los años, esos nombres de coches que heredaban buena parte de la experiencia de Citroën en los rallies y que ahora la gente busca con ansia en los anuncios clasificados.

Citroën Visa 1000 Pistes

Citroen Visa 1000 Pistes

Partiendo de la base del Visa convencional vendido durante 10 años (1978-1988) del que en total se produjeron 1.254.390 unidades, Citroën desarrollo una versión especialmente pensada para sacar el máximo provecho de su compacta carrocería en competiciones tanto de tierra como de asfalto, el Citroën Visa 1000 Pistes.

Bajo su capó el motor de 1.361 centímetros cúbicos conseguía producir una estupenda potencia de 115 caballos a 6.800 rpm y 131 Nm a 4.500 rpm que se transmitía a las cuatro ruedas (sí, era el único Visa con tracción total) a través de una caja de cambios manual de cinco velocidades que sólo tenía que desplazar 850 kg.

Citroen Visa 1000 Pistes 1

El 1000 Pistes sólo se produjo durante el año 1983 en una corta tirada de 200 unidades, y su nombre no fue una elección al azar. Una unidad experimental del Visa con tracción 4x4 ganó justo antes de su producción el Rally Mille Pistes con Philippe Wambergue y Vincent Laverne a los mandos, y de ahí su denominación.

Su popularidad creció exponencialmente gracias a sus buenas cualidades dinámicas y mecánica asequible y, al final, con el paso de los años llegó a subastarse una unidad del Visa 1000 Pistes del Grupo B (1985) en París a través de Bonhams por una nada despreciable cantidad de 26.450 euros.

Citroën AX GTI

Citroen Ax

El siguiente en la estirpe de los pequeños deportivos de calle con ADN de competición nos lo encontramos en el inmediato sucesor del Visa, el Citroën AX. Aunque comenzó a venderse en 1986 (dos años antes de terminar el ciclo de vida del Visa), no fue hasta 1991 cuando llegó el Citroën AX GTI, la versión más prestacional.

Pero antes del GTI, llegó en 1987 el AX Sport con un motor de 1.300 cc y carburador doble Solex ADDHE 40 que alcanzaba los 95 CV y compartía llantas blancas con el, traga saliva, Peugeot 205 Rallye.

Citroen Ax 1

Tras recibir un lavado de cara en 1991, apareció el AX GTI, una variante aún más picantona con 100 CV de potencia que sólo se vendió por unos meses, pero que fue suficiente como para calar hondo entre los aficionados con un comportamiento sobresaliente. Quizá no fuera tan potente como el Visa 1000 Pistes, pero sí que era más ligero, principalmente gracias al empleo de una construcción mejorada. Los pesos iban desde los 640 del AX más ligero hasta 850 del más pesado de todos (el 4x4).

Citroën ZX 16v

Citroen Zx1

Casi en paralelo al facelift del AX, el Citroën ZX llegó en 1991 como el hermano compacto del pequeño utilizario. De toda la producción, entre 1992 y 1997 se produjeron tres versiones distintas del ZX con motor 2.0i de 16 válvulas. Tres motores distintos que mejoraron sus prestaciones desde los 150 CV hasta los 163 CV.

Conservando el mismo cubicaje de 1.998 centímetros cúbicos y retocando componentes internos y la compresión en la cámara de combustión, el cuatro cilindros multipunto consiguió rebajar de los 9,4 segundos en llegar a los 100 km/h a 8,5 segundos. Su consumo también era el más elevado con 8,1 litros a los 100 km, pero ¿a quién le importa eso cuando lo que buscamos es un coche con el que divertirnos?

Citroën DS3 Racing

Citroen Ds3 Racing

El último de los invitados a este reencuentro de viejos alumnos es el más reciente, y de hecho, no tiene ni edad de votar, ni de beber, ni de conducir. Y sí, ha pasado un poco desapercibido, pero no por ello es menos genéticamente similar a los coches con aires de carreras que ha producido Citroën años atrás.

Estamos hablando del Citroën DS3 Racing, una pequeña (no en comparación con sus antepasados) máquina, un coche que apareció curiosamente casi al mismo tiempo que el Survolt que nos ha dado la entradilla para este artículo.

Citroen Ds3 Racing2

Buscando rivalizar contra competidores de la talla del MINI John Cooper Works, el DS3 Racing llegó a España a finales de 2010 a un precio que rozaba los 30.000 euros. A cambio nos encontramos con un pequeño utilitario que recogía parte de la experiencia acumulada por Citroën en el WRC que encerraba un motor de cuatro cilindros 1.6 THP que lanzaba al asfalto 200 caballos.

Pero este coche, al igual que lo fueron los coches de los que hemos hablado antes, es mucho más que un utilitario con motor potente. Sus buenas cualidades dinámicas, una mecánica bien estudiada y una puesta a punto hecha con mucho cuidado dan como resultado un coche sumamente divertido que nos dejó gratamente impresionados en su día.

Y entonces, ¿para cuándo?

Citroen Survolt 1

A la estela de estos vehículos capaces de sacarnos una sonrisa en cualquier situación sabemos que Citroën tiene la capacidad suficiente como para hacer un gran coche deportivo. Incluso el Survolt era un vehículo totalmente funcional que se movía con bastante dignidad en completo silencio más allá del simple postureo.

Pero no, finalmente la realidad fue muy diferente. El Survolt fue presa del olvido una vez más entre otras cosas, muy seguramente, por estar inmersos en plena crisis económica por aquellos años. Su idea se descartó dentro de alguna carpeta perdida en las profundidades de un enorme archivador en Francia.

Citroen Survolt 3

Año tras año, conociendo la herencia en competición de Citroën y las habilidades de sus diseñadores, sigo soñando con que ahora que llega el Salón de París nos vuelvan a sorprender presentando no ya un prototipo, sino un coche deportivo que sea capaz de rivalizar con competidores como el Ford Focus RS, Honda Civic Type R, Audi RS3 o Mercedes-Benz A45 AMG.

Fotos | coches.com, Wikipedia, Photobucket, Autoviva, Petrolblog

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